Retail y analítica de datos: la clave para vender más en México


Imaginemos el caso de una cadena de supermercados nacional que busca aumentar sus ventas en sucursales con bajo rendimiento. A través de una plataforma de analítica avanzada, integraron datos de consumo, clima, inventarios, redes sociales y hasta patrones de tráfico vehicular.
El resultado: descubrieron que ciertos productos clave no se surtían en horarios estratégicos, que las promociones no se comunicaban adecuadamente en ciertas zonas, y que había oportunidades para ajustar según los perfiles de cliente. Gracias a este análisis, lograron incrementar hasta un 18% las ventas en esas ubicaciones en tan solo tres meses.
Para aterrizar estos conceptos en cifras concretas, vale la pena observar el entorno mexicano: en 2024, el mercado retail alcanzó un valor cercano a 658 mil millones de pesos —impulsado por el ecommerce— y el comercio electrónico creció 25 %, posicionando a México como líder global en este rubro. Además, de acuerdo a IMARC, el mercado de big data —la columna vertebral de toda analítica— alcanzó los 1,400 millones USD en 2024 y se proyecta que supere los 4 500 millones para 2033, con un crecimiento anual compuesto del 13.7 %. Estas cifras reflejan una realidad: existe un volumen creciente de datos listos para transformar decisiones y maximizar ventas.
Hoy, con tecnologías más accesibles y escalables —incluidas soluciones con inteligencia artificial generativa—, empresas de todos los tamaños pueden aprovechar sus propios datos para tomar decisiones más precisas y anticiparse a la demanda.
En México, uno de los principales retos es la integración de datos. Muchas cadenas aún trabajan con sistemas desconectados: punto de venta, logística, inventarios y marketing funcionan de manera aislada. Esto impide tener una visión completa del cliente y del negocio. En GFT, hemos acompañado a tener una estrategia conjunta con arquitecturas modulares en la nube que permiten integrar, analizar y actuar sobre los datos en tiempo real.
Otro reto es cultural. Para que la analítica funcione, no basta con implementar dashboards: se necesita formar a los equipos, cambiar hábitos y fomentar una cultura de decisiones basadas en evidencia. No se trata de reemplazar la intuición comercial, sino de complementarla con inteligencia.
La analítica no solo sirve para vender más: también puede ayudar a reducir desperdicios, optimizar inventarios y hacer al retail mexicano más sostenible. En un país donde la informalidad y la desigualdad siguen siendo desafíos estructurales, el uso estratégico de datos puede ser un aliado para ofrecer mejores experiencias al consumidor y crecer de forma rentable.
“La tecnología está lista. Los datos ya están ahí. El siguiente paso es convertirlos en valor. En el retail mexicano, quien domine la analítica, dominará el mercado.”
